Los Tigres del Norte después de Johnny Cash en la Prisión de Folsom.
- Cristian Núñez.
- 15 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Solo dos bandas legendarias como Johnny Cash y Los Tigres del Norte pueden pasar a la historia como iconos, leyendas y dioses en la música. A más de 50 años del histórico concierto de Jhonny Cash en la Prisión de Folsom, California. Los Tigres del Norte “Los jefes de jefes”, siendo una de las agrupaciones más emblemáticas y leyendas vivientes de la música latinoamericana, ellos pudieron realizar un concierto para los presos de esta cárcel, uno para los hombres y otro para las mujeres (quienes están en instalaciones separadas). Siendo los únicos autorizados entre decenas de artistas que han solicitado permiso para tocar en esta prisión.

Fotografía: Cristian Núñez
Muchos mexicanos estamos acostumbrados a ver en noticias, vivirlo con alguien cercano o conocido que nuestros paisanos caen en prisiones estadounidenses. El día de hoy en conferencia de prensa, Los Tigres del Norte nos cuentan sobre este documental (que ya está en Netflix para que puedan verlo todos). Dice Jorge Hernández, que aquí los protagonistas no son ellos, si no los prisioneros quienes son las victimas de algunos crimines que algunos no cometieron y su pecado es ser latinos en tierras Estadounidenses. Algunos de los presos pudieron hablar con la banda y participar en este documental. La agrupación dice que son personas muy diferentes después de esta grabación, entrar a una prisión aunque sabían que ellos saldrían, piensas en los que nunca podrán gozar de nuevo de su libertad.
De esta presentación se desprende un disco con 27 tracks donde pudimos observar que Los Tigres del Norte fueron encargados de hacer el set list con base a las cartas que los prisioneros les hicieron llegar antes del show. Un disco que también está producido por el legendario Gustavo Santaolalla y Anibal Kerpel.






No cabe duda que es un documental que tenemos que ver para apreciar la libertad que tenemos y hacer las cosas que muchos desearían hacer si pudieran retomar su vida fuera de esa jaula que ni siquiera es de oro.
Fotografías y texto: Cristian Núñez
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