Kakkmaddafakka, el show para olvidar la lluvia.
Texto: Cosette Vázquez. | Fotografías: Taide Estivali.
Los que vivimos en la CDMX sabemos que el clima siempre es algo cambiante, que sin importar que tanto calor haga en el día puede llover en cualquier instante, con todo y eso nunca estamos preparados.
Así sucedió el 6 de mayo, cuando una tormenta de conciertos pasó en la Av. Añil y una granizada quiso nublarnos la fiesta, por suerte tuvimos a Kakkmaddafakka para calentarnos después del caos.
Los noruegos, que después de varios años visitando el país ya podrían sacar la nacionalidad, nos regalaron un show lleno de energía en el pabellón oeste. Desde temprano las inmediaciones del Palacio de los deportes se veía lleno, fans de todo tipo entre los que querían ver a Rels B, grupo Firme y Kakkmaddafakka. Conforme iba avanzando la tarde la gente comenzó a llenar y confundir filas, puertas y conciertos, y entre tanto caos la granizada que parecía eterna sin un espacio para cubrirse.
En el metro algunos esperaban poder correr a su venue correspondiente y en la entrada un caos, donde las máquinas no podían leer los boletos mojados. Para nuestra suerte Celest ya nos esperaba para darnos un respiro, un baile tranquilo y un buen soundtrack para encontrar un buen lugar donde disfrutar del show principal.
Con el pabellón casi lleno, uno a uno cada integrante de la banda principal fue apareciendo en el escenario, los gritos taparon cualquier ruido externo y la felicidad de verlos hizo que muchos olvidaran que su ropa escurría. Touching fue la encargada de abrir el concierto para continuar con Baby.
Axel agredecia en el micrófono y hablaba de lo mucho que les gusta venir a México por nuestro buen gusto musical, entre risas de complicidad canciones como: Six Gear, Galapagos, Young you nos hacían bailar olvidando la tormenta que habíamos vivido.
Entre canciones nuevas y sus viejos éxitos todas fueron coreadas de principio a fin. “Muchas gracias” con un español no tan fluido la banda habló de su siguiente canción: Never Friends. Rola que dedican a México y que solo tocan en nuestra tierra.
Casi dos horas después se despidieron con la canción que todos esperábamos: Forever Alone. Con la misma energía de sus primer show en 2014 Kakkamaddafakka no cambia, se entregan por completo, siendo uno de los favoritos y con la pila que nos cargaron no podemos esperar a volver a verlos.
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