¡Quiero Cerveza! Mercado Chelero.

¿A quién no le gusta chelear? Seguramente a todos, y por ello es que existen espacios como el Mercado Chelero, una iniciativa que busca la acomodar a los micro y medianos productores de este vital liquido en nuevos mercados y a nuevos consumidores.

El pasado fin de semana el Indie Rocks, lugar al que extrañamos por sus conciertos, se empapo de cerveza nacional, artesanal y semi artesanal. Dos días de tremendo ambiente cumbiero, sonidero y obviamente, mucha cerveza. Debido a las condiciones de pandemia el aforo se ha visto limitado, pero no por ello menos merecedor de un buen jolgorio, donde hubo varias actividades como beerpong, catas, y concursos, eso sí, todo con la sana distancia y cubrebocas obligatorio.

Pero para mí la principal estrella de este fin de semana con aroma a lúpulo y cebada es la cerveza, por ello es que me dirigí a catar primero y luego a bailar, mentira… yo no bailo, pero si a disfrutar el fin de semana. Mientras el aire se llenaba de música de sonidero de barrio (recordándome a mi colonia adoptiva, La Guerrero), gracias a Sonidero Cabron, brinque rápidamente hacia la primera cervecería que encontré, la cervecería Brewschlaang, quienes llevan un buen tiempo haciendo chela, ¡y vaya que estilos de chela!, pues nos mostraron sus estilos que iban desde pales ales hasta stouts, una en particular muy novedosa stout de menta, pero la que decidimos probar y que nos ofrecieron con bombo y platillo fue la IPA macerada en madera noruega, sin duda una de las favoritas, pues los sabores perfumados y dulces, más el color turbio nos hacían sentir que estábamos bebiendo una cerveza de verdad, con aires vikingos. Una ronda de esta y otras más que vinieron.

Algunas otras marcas ya conocidas vinieron a ser parte de la fiesta, como Cucapá, favorita de muchos por su variedad e identidad reconocible a leguas, Cervecería Tonalá, presente en varios lugares ya que nos trae recuerdos antes del covid por las fiestas y eventos, Cerveza Hércules, los queretanos que ya son favoritos también en nuestra ciudad y grandes amigos del circuito cervecero mexicano.

El segundo sablazo se lo llevaron unos franceses que están produciendo en México, Cervecería Charro, ofreciendo una cerveza premium, semi artesanal, semi industrial, filtrada y de color claro, pero de potente sabor, una cerveza que sabe a cerveza y mucho espíritu mexicano. Estos chicos ya han empezado a exportar su producto a los Estados Unidos y buscan abrirse en el mercado hispano americano. Incluso nos regalaron un amuleto contra el mal de ojo.

Pero, continuemos con las rondas que esas no pararon. Casa Cervecera Moreneros, que mezcla un arte de latas y botellas ideal para el barrio, que solo el barrio sabe expresar, nos ofreció diferentes estilos, más claros que oscuros, pero con la certeza de ser una empresa cien por ciento mexicana. Aunque han llegado a exportar algunos pedidos a Guatemala, se mantienen fieles a la Ciudad de México.

Entre bailes cumbieros de Digital Charanga nos animamos a movernos más, comer un poco y seguir bebiendo *nota: si van a catar, procuren tomar mucha agua, pues los sabores se les pueden revolver y eso hará la experiencia poco disfrutable*. Si les da flojera levantar el brazo, consigan su casco cervecero, que aquí volaron como pan caliente.

Nuestra última elección del fin de semana y quien se lleva la corcholata de oro fue Punto Rojo, una cooperativa familiar tepozteca, ecológicamente responsable, pues fabrican solo 120 litros y la sequía en el estado de Morelos suele mermar las reservas de agua aún más, así que fuimos de los afortunados en probar un poco de esta especial producción. Con nombres que evocan a lo a lo mesoamericano, como Escuincle, una Brown Ale aromática y amarga de color oscuro, Quetzalcoatl, de un negro como el ébano o más bien obsidiana, Guerrera Cósmica, especial amarga, y Mesoamérica, ¿cómo no?, todas arriba de los 5.5 grados, de sabor presente. Su amable productor nos dios a probar la malta básica, así como nos explicó cada característica y sabor de estas colosales bebidas y nos mostró su arma secreta, una Ginger Sour IPA, de gran aroma y picante sabor, ideal para esos días donde sientes que el verano te ataca.

Sin duda todas las cervecerías presentes se dieron a notar en este evento que no solo fue una reunión de amigos, conocidos o extraños por conocer, sino también familiar, porque el acto de chelear también se practica en familia y por eso les dejo esta bonita postal

Sin duda un gran fin de semana lleno de cumbia, música con Panchita Peligro y Shelter, cerveza, amigos, diversión y sobre todo los aperitivos y platillos de Stone Rex que son buenísimos para bajar y controlar los efectos de la cerveza.

Moraleja: carguen bien su celular, pues me perdí las fotos de la Sonora Dinamita, quienes al bajar el telón y nosotros con copas de más y enfiestados nos hicieron bailar (si, hasta a su servidor se sintió como Martin del filme Druk) hasta que el recinto tuvo que cerrar.

Cumbia is the new Punk, reza una de las playeras del bazar del Indie Rocks y creo para este fin de semana quedo muy adecuado.