Viagra Boys; Vaqueros y Pastillas en House of Vans
- Explosión Visual
- 22 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Al ser anunciados como parte del cartel del Corona Capital 22, la Casa de Vans se rifó con un show más que adecuado para los fanáticos de esta banda sueca que ha causado tanto revuelo internacionalmente, Viagra Boys.

Lluvia, jueves por la noche, no hay más que llegar en Uber, el recinto ya había dado acceso y prometía llenarse, los que se habían formado desde temprano parecían sopa y los que apenas llegaron por las prisas iban empapados de sudor. Esta vez no hubo acto de apertura, fueron directo al plato fuerte, así como cuando te saltas el desayuno y la comida para ahorrarte lo que queda de la quincena.
La gente se concentró más en la pista que en la sala de la casa, lo que aumentó el volumen, ya estábamos algo desesperados, estar de pie ya es deporte extremo después de los veinticinco, pero al fin, en el punto más oscuro de la noche, los chicos de la pastillita azul asomaron la cabeza, antes de poder meterme a la pista, pude ver a Elias ¿Cómo lo reconocí? Llevaba un sombrero vaquero… y short hasta la ingle.
Al sonar un pulso del teclado, la banda fue tomando posición en el escenario para soltar de golpe “Ain’t No Thief” con un Sebastian Murphy panzón y extasiado, la cerveza se regó por todos lados, había quienes nadaban por encima del público para alcanzar el escenario “Es nuestra primera vez en México, ¡hermosa ciudad! ¡VAMOS A DIVERTIRNOS!” grito Murphy, “Ain’t Nice” le siguió para mantener el ánimo, “Sé que el sonido es horrible, pero... ¿Qué esperaban? Estamos en un parque de patinetas” dijo Sebastian, todos volvimos a esos instintos primitivos con “Return to Monkey “Secret Canine Agent”, mi asperger se desató cuando escuche en vivo “Slow Learner”, los traumas de la infancia por el déficit de atención revivieron también, hubo un solo de sax por parte de Oscar Carls para sentirnos vivo como con “I Feel Alive” “Wow ustedes de verdad son la mejor audiencia, ya teníamos muchas ganas de venir aquí, ¡la verdadera América!”, entre mas canciones sonaban, más se desquiciaba el público, “Cold Play”, “Toad” y “Troglodyte” rompieron el escenario.
“Punk Rock Loser” nos hizo bailar como vaqueros de un lado a otro y sucumbir al éxtasis que Elias destilaba de los teclados, “I tried to warn you, i’m loose!” gritábamos con Murphy, un chico le paso una cerveza, bebió y regresó al escenario, siento gusanos en mi interior con “Worms” y los habituales vicios del hombre común volvieron a flote con “Sports” una canción que el público pedía a gritos, fue ahí cuando me golpearon unos hielos en la nariz, lo último que alcanzamos a escuchar fue “Shrimp Shack”, tema que alargaron hasta que todos los chicos enloquecieron, Elías sacó su teclado para que jugábamos con él, Murphy se retórica en el escenario y los demás solo daban rienda suelta a la música mientras se nos derretía el cerebro, una auténtica noche de desenfreno que adelantaba lo que veríamos en el festival.
Creí que todo había terminado, Viagra Boys se fue al camerino, sali de House Of Vans, cuando de repente, la voz de Murphy anuncia el regreso al descontrol, lastima… empieza a sonar “Research Chemicals”… Me hubiera gustado quedarme, pero hace frío y temo que llueva.
Gracias a House of Vans por traer a un talentos internacionales (y nacionales también) más cerca hacia el público, con este se han volado la barda.
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